Primeros Brotes

Luego de una de las experiencias mas gratificantes de mi vida, toca ser guardián y protector de las primeras señales de vida que nos da la tierra, esos hermosos y pequeños brotes verdes comienzan a abrirse paso, sus raíces se fortalecen e inician su dura carrera por sobrevivir en un mundo lamentablemente atrofiado por el ser humano, ese despreciable ser consumista y explotador que arruina día a día hasta su propia calidad de vida. El desgaste social y material de nuestro planeta a estas alturas es algo muy complejo y difícil de digerir, el capitalismo con sus incontables variantes o formas, pudre a nuestro mundo con desechos tóxicos, lavados de cerebro, y acrecienta la carencia de valores, conciencia social, solidaridad, respeto, cultura, educación, etc.

Con muy pocas esperanzas en la evolución favorable de esta problemática, me dispongo a emprender este camino a fin buscar al menos el auto-abastecimiento de verduras orgánicas sin ningún tipo de alteración genética.

La tierra nos da la vida, nos alimenta, nos nutre, nos enseña, este proceso completamente natural, retroactivo, cíclico, eterno, genera las transformaciones y transferencias de energía que logran el equilibrio perfecto.

Los primeros brotes.

Sensaciones inexplicables de gratitud y orgullo, revelan que la conexión existe, el cuidado, las ganas, el amor, la fuerza, el deseo, son fuentes energéticas que hacen posible este contacto con nuestra madre, ella nos devuelve la vida, el intenso bienestar y la protección que nosotros le brindamos. Grandes muestras de afecto comienzan a crecer y a llenarnos la vida de colores, las flores comienzan a nacer, los tallos a fortalecerse las hojas a luchar por absorber pequeños susurros de sol y de viento, las raíces a intentar alcanzar el centro de la tierra.

Luego de 5 días comienza el nuevo ciclo.

Pimiento

Lechugas

Rúculas